Otro punto bajo en mi vida.
Por un lado, el trabajo está escaso, pero hay temporadas así. Esta es inoportuna por estar cerca de las fiestas navideñas, pero en fin, hasta Ale (mi hijo) entiende. Por otro lado, una chica que me gusta mucho decidió tratarme fríamente, creyendo que esa sería la mejor manera de des-enamorarme de ella, cuando yo sólo quería era conservar su amistad tal cual había sido originalmente. Mi hijo Ale sube llorando en las noches porque aparentemente, su madre le está intentando labarle el cerebro para llevárselo a vivir con ella, cuando en los 7 de 11 años de la criatura lo ha tenido prácticamente abandonado al cuidado de mi madre (por mi, ella puede largarse cuando quiera, pero mi hijo se queda). Y ahora que mi padre se viene desde EE.UU. va a empezar una guerra a muerte con mi madre.
No está siendo un bonito cierre de año, no recuerdo ninguno de mi vida que haya sido tan complicado, aunque el 2000 aún se lleva el premio al peor año de mi vida (me apareció Síndrome de Reiter, me enteré que me pusieron los cuernos, tuve una depresión de padre y señor mío y no tuve trabajo casi todo ese año). Parece que el 2008 ocupará el segundo lugar... si no sucede nada peor que le gane al primero ¡Dios no lo quiera!
Ahorita el lío más preocupante es el de mis padres. Ellos se separaron hace 6 años, y desde entonces, él ha estado viviendo en EE.UU., mientras que ella vivía acá. Él le pasó su pensión mientras trabajaba allá para automantenerse, y se metió con una señora con la que ha convivido hasta ahora (nada que objetar, considerando que fué después de separarse de m i madre). Y ahora a su regeso, piensa quedarse con su pensión sin ya no pasarle nada a mi madre, lo cual ella considera injustísimo, pues a pesar de contar con su trabajo de tortas y con la pensión, los ingresos le quedan chicos para mantener la casa. Yo ayudaba cuando tenía trabajo, pero actualmente no tengo.
Y francamente, he caído en un cuadro depresivo bastante preocupante (parecido al que tuve cuando la madre de mi hijo me sacó la vuelta). Al menos a este lo siento, intento luchar contra él, pero no lo estoy consiguiendo mucho. En cierta forma, por esto me aferré tanto a la amistad de mi amiga, necesitaba desesperádamente ser alegre, contar con alguien con quien animarme, alguien con quien contar (un vacío que mi hijo no puede llenar) y erróneamente lo busqué en ella, pues no sintió lo mismo y creo que terminó asustándose de mi insistencia en verla y salir con ella. No es su culpa que terminara enfriándome el trato, pero el resultado es igual de dañino... para mi. Decidí dejar de hablarle... por mi propio bien (así como le retiré el habla a la lamdre de mi hijo). Quizá fuí muy rudo con ella al decirle ciertas cosas, pero a ella le falta madurar un poco, y espero que esto la ayude a hacerlo (tiene que crecer, mejor que lo haga menos dolorosamente que como usualmente aprendemos los demás con experiencias propias).
Así pues, encima que los problemas se amontonan, perdí a mi única oportunidad de alegría. La extraño mucho, pero no se puede obligar a las personas a sentir cosas que no desean, y es mejor dejarlas ir. Pero no perderá mi amistad.
¿Pero ahora cómo me quito la depresión? no tengo ninguna intención de comparme medicamentos antidepresivos. Ale ayuda como objetivo, pero no es suficiente. Mi afición por los Transformers también ayuda, pero el hecho que me robaran la cámara hace dos meses también contribuyó a mi estado de ánimo. Necesito a alguien con quien compartir mi vida, una compañera que me de cariño, afecto y comprensión que nadie más puede darme. Ahora más que nunca siento la soledad, y no puedo quitarme el sentimiento, cada día es una lucxha contínua para no caer en la desesperación.
Y no me rindo. No tomaré medicamentos, y pondré toda mi voluntad para salir adelante. Lo bueno de lo malo es que no es permanente, y siempre seguirá algo mejor (lástima de la coincidencia con fechas navideñas, en fin).
Nadie sabe cómo me siento, cómo estoy. Mi madre lo sospecha, sabe que estoy deprimido, pero no tiene idea de la gravedad de mi estado. Combato sólo, pues ella ya tiene sus propias preocupaciones con las cuales lidiar. Levantarse cada mañana es una lucha a brazo partido, seguir despierto es una batalla constante, el forzarme a hacer cosas útiles es toda una guerra. Mi mente objetiva capta todo, comprendo con claridad lo que me pasa, pero apenas puedo combatir contra ello. Si así apenas puedo mantenerme en pié... aomprendi ahora parcialmente a las personas que no han podido ser capaces de seguir adelante y se han rendido, es una sensación... abrumadora.
E irónicamente, estoy contento que nadie sepa que exista este blog, que nadie pueda leer lo que escribo. Quizá aún no es el momento. La única que sabe de la existencia de este blog es mi amiga, a la que quiero más que como una amiga, pero se que ni se molestará en venir por aquí, y quizá es mejor. Siento que no podría comprenderme si le contara todo esto. Si se asustó sólo por decirle que me gustaba mucho y reaccionó enfriando su comportamiento (una reacción típica dicho sea de páso, ya he visto lo mismo en otras personas de su edad, les falta tanto por conocer de la vida y creen que ya lo saben todo...), imaginen si le contara todo esto. Tanto desearía que me apoye... pero siento que contarle esto sería hacerla reaccionar a la fuerza, por compasión o algo así, y no quiero eso.
Necesito a alguien que me escuche, que me comprenda, que me apoye, y ese alguien, ahora que más lo necesito, no existe. Creo que eso también se suma a cómo me siento. A veces ser el bueno es más dañino que ser el malo. A las chicas le gustan los chicos malos, no los buenos, pero lamentáblemente, jamás podré ser malo, no está en mis genes, me es imposible. A veces envidio a fulanos como el que se llevó a la madre de mi hijo (un tipo frío, mentiroso, ladrón, pero muy seguro de si mismo), o a los que son capaces de ocultar sus sentimientos y fingir, o quedarse callados y mentir (cuando les preguntan cómo se sienten). No hay peor cosa que decirle a una chica cómo te sientes y qué piensas de verdad.
Y lo paro acá que ahorita me deprimo peor.
Pero así es la vida, hoy estoy en el fondo, mañana espero estar al menos cerca de una sima, y ojalá, nunca más vuelva a tocarme otro fondo como los dos quye ya tube.
martes, 16 de diciembre de 2008
domingo, 30 de noviembre de 2008
La hermandad de los Ultramanes
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El viernes en la noche estaba de lo más relajado, cuando un amigo me dice "¡Ve el cap 77 ahorita!".
Me asomo al dichoso canal, y me encuentro con uno... dos... tres... cuatro... cinco... seis.... ¡siete ultramanes!!!
Se trataba de la película Ultraman Mebius y los hermanos Ultra (2006), en la cual, Mebius, el már reciente miembro de los seres de la luz en la Tierra, del univero original de Ultraman, es provocado por algunos alienígenas que tienen como propósito liberar a un monstruo que los primeros cuatro Ultramanes en llegar a la Tierra sellaron hace 20 años (la cual fue su última misión de paso al quedarse sin energía y vivir desde entonces como humanos).
Así, junto a Mebius, vemos a el primero de todos ellos, conocido simplemente como Ultraman, al segundo que fué Ultraseven (¡Mi favorito! todavía nadie está seguro de porqué le pusieron "siete" si era el segundo en aparecer, jo), Ultraman Jack y Ultraman Ace. En un momento de lo más oportuno aparecen Ultraman Taro y Ultraman Zoffy.
Todos ellos (menos Zoffy) tuvieron exitosas series en su momento y se convirtieron en figuras icónicas no sólo de Japón, también en América (especialmente los tres primeros). Cuando la franquicia se volvió demasiado descuidada, cancelaron el universo original (el último de los Ultramanes de esa línea antes de Mebius fué Ultraman 80, que apareció en 1980), pero eso no significa que pasaron 26 años sin más ultraman en la Tierra, al contrario, aparecieron muchos más, pero cada uno en su universo particular, en los cuales ellos eran únicos.
Así, por el 40th aniversario de la franquicia, se hace esta peli en donde los 6 ultramanes más famosos (mas Zoffy) unen fuerzas para demostrar que lo imposible se hace posible, cuando el coraje y el valor por triunfar se imponen.
Y particularmente para mi, fué toda una emoción el ver a mi viejo y querido amigo Ultrasiete, no sólo como un Ultraman, sino también a su "disfráz" humano, Dan Moroboshi, porque efectivamente, los actores originales que encarnaron a estos héroes volveron para reencarnarlos una vez más, y aunque ya están cochitos, demuestran que aún pueden patear traseros extraterrestres.
Ultrasiete fué un ícono de mi niñez, mi compañero de las tardes, mi compañero de aventuras imaginarias, y junto con algunos otros de su época, los formadores de mi universo particular. Lo recuerdo con mucho cariño y lo veo con especial arrobamiento, pues además de esta serie del 2006, tuvo su miniserie de 12 episodios llamada Ultraseven X y ahora repite plato en pantalla gigante con la peli "Great Battle! the Super 8 Ultra Borthers", en la cual además de unirse los 4 primeros y Mebius, se unen por privera vez Ultramanes de los otros universos: Tiga, Dyna y Gaia.
¡Adelante Ultraman! ¡que por siempre brille tu luz!
Gambare!
Me asomo al dichoso canal, y me encuentro con uno... dos... tres... cuatro... cinco... seis.... ¡siete ultramanes!!!
Se trataba de la película Ultraman Mebius y los hermanos Ultra (2006), en la cual, Mebius, el már reciente miembro de los seres de la luz en la Tierra, del univero original de Ultraman, es provocado por algunos alienígenas que tienen como propósito liberar a un monstruo que los primeros cuatro Ultramanes en llegar a la Tierra sellaron hace 20 años (la cual fue su última misión de paso al quedarse sin energía y vivir desde entonces como humanos).
Así, junto a Mebius, vemos a el primero de todos ellos, conocido simplemente como Ultraman, al segundo que fué Ultraseven (¡Mi favorito! todavía nadie está seguro de porqué le pusieron "siete" si era el segundo en aparecer, jo), Ultraman Jack y Ultraman Ace. En un momento de lo más oportuno aparecen Ultraman Taro y Ultraman Zoffy.
Todos ellos (menos Zoffy) tuvieron exitosas series en su momento y se convirtieron en figuras icónicas no sólo de Japón, también en América (especialmente los tres primeros). Cuando la franquicia se volvió demasiado descuidada, cancelaron el universo original (el último de los Ultramanes de esa línea antes de Mebius fué Ultraman 80, que apareció en 1980), pero eso no significa que pasaron 26 años sin más ultraman en la Tierra, al contrario, aparecieron muchos más, pero cada uno en su universo particular, en los cuales ellos eran únicos.
Así, por el 40th aniversario de la franquicia, se hace esta peli en donde los 6 ultramanes más famosos (mas Zoffy) unen fuerzas para demostrar que lo imposible se hace posible, cuando el coraje y el valor por triunfar se imponen.
Y particularmente para mi, fué toda una emoción el ver a mi viejo y querido amigo Ultrasiete, no sólo como un Ultraman, sino también a su "disfráz" humano, Dan Moroboshi, porque efectivamente, los actores originales que encarnaron a estos héroes volveron para reencarnarlos una vez más, y aunque ya están cochitos, demuestran que aún pueden patear traseros extraterrestres.
Ultrasiete fué un ícono de mi niñez, mi compañero de las tardes, mi compañero de aventuras imaginarias, y junto con algunos otros de su época, los formadores de mi universo particular. Lo recuerdo con mucho cariño y lo veo con especial arrobamiento, pues además de esta serie del 2006, tuvo su miniserie de 12 episodios llamada Ultraseven X y ahora repite plato en pantalla gigante con la peli "Great Battle! the Super 8 Ultra Borthers", en la cual además de unirse los 4 primeros y Mebius, se unen por privera vez Ultramanes de los otros universos: Tiga, Dyna y Gaia.
¡Adelante Ultraman! ¡que por siempre brille tu luz!
Gambare!
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miércoles, 26 de noviembre de 2008
Hanna Montana ¡YEAH!
No soy un verdadero seguidor de su serie o de otras similares, aunque me he divertido a rabiar con capítulos de ella y otros similares, como Drake y Josh, I Carly, El manual de supervivencia de Ned (mi favorito en este rubro), Zack y Cody gemelos e incluso la peli de High School Musical 3 (nunca vi las dos anteriores, ni sabía que existían, jo).
Pero no es por esas series que estoy escribiendo ahora (de hecho, de todas ellas, la que menos he visto es justamente Hanna Montana), sino del fenómeno musical que significa.
Si bien es cierto que las divas juveniles no son algo nuevo, es innegable el enorme empuje que tienen actualmente. Y lo que me lleva a interesarme en esto es que... me gustan sus canciones :)
Como no se mucho de música mas allá de lo básico (rock, salsa, mambo, etc ¿qué diablos es grunge, Folk, Glam o ska?), no sabría cómo catalogar esta corriente musical, pero me da igual, porque el punto es que... me gusta.
Me vacila el ritmo alegre y rápido que poseen, en tonos melodiosos y enérgicos, pero sin ir tan lejos como para igualar a los grandes grupos rockeros, quienes la originalidad y la experimentación instrumental es superior a todas luces. Pero así y todo, sin necesidad de comparar a Hanna Montana con los monstruos del rock, tiene lo suyo, y mueve a quien quiera bailar sin ningún problema.
Y es que esta música realmente se le mete a uno a la sangre, es casi imposible quedarse quieto sin que le entren ganas de salir a mover el esqueleto (de hecho... estoy bailando en mi asiento en este momento). Una música "joven", optimista, llena de pilas y del sueño del mañana mejor.
Y la letra claro, va perfectamente de la mano con el estilo. Nuevamente, hablando de las dudas y miedos, pero de las ganas de superar todo y romper cualquier barrera que se les pueda atravezar con la inocencia e ingenuidad de la juventud.
De verdad, me encanta esta música, y algún día supongo averiguaré en que género musical la han encajado... o cual le han inventado.
Pero da igual, me gusta, existe, y me hace sentir bien.
¡Gracias Hanna! ¡Gracias chicos en general y sigan cantando! ¡El mundo es suyo mientras no pierdan la fé.! ¡No se apresuren en crecer! y sigan contagiando su alegría y entusiasmo a todos los que los escuchamos :)
Pero no es por esas series que estoy escribiendo ahora (de hecho, de todas ellas, la que menos he visto es justamente Hanna Montana), sino del fenómeno musical que significa.
Si bien es cierto que las divas juveniles no son algo nuevo, es innegable el enorme empuje que tienen actualmente. Y lo que me lleva a interesarme en esto es que... me gustan sus canciones :)
Como no se mucho de música mas allá de lo básico (rock, salsa, mambo, etc ¿qué diablos es grunge, Folk, Glam o ska?), no sabría cómo catalogar esta corriente musical, pero me da igual, porque el punto es que... me gusta.
Me vacila el ritmo alegre y rápido que poseen, en tonos melodiosos y enérgicos, pero sin ir tan lejos como para igualar a los grandes grupos rockeros, quienes la originalidad y la experimentación instrumental es superior a todas luces. Pero así y todo, sin necesidad de comparar a Hanna Montana con los monstruos del rock, tiene lo suyo, y mueve a quien quiera bailar sin ningún problema.
Y es que esta música realmente se le mete a uno a la sangre, es casi imposible quedarse quieto sin que le entren ganas de salir a mover el esqueleto (de hecho... estoy bailando en mi asiento en este momento). Una música "joven", optimista, llena de pilas y del sueño del mañana mejor.
Y la letra claro, va perfectamente de la mano con el estilo. Nuevamente, hablando de las dudas y miedos, pero de las ganas de superar todo y romper cualquier barrera que se les pueda atravezar con la inocencia e ingenuidad de la juventud.
De verdad, me encanta esta música, y algún día supongo averiguaré en que género musical la han encajado... o cual le han inventado.
Pero da igual, me gusta, existe, y me hace sentir bien.
¡Gracias Hanna! ¡Gracias chicos en general y sigan cantando! ¡El mundo es suyo mientras no pierdan la fé.! ¡No se apresuren en crecer! y sigan contagiando su alegría y entusiasmo a todos los que los escuchamos :)
domingo, 23 de noviembre de 2008
¡Yo quiero una así de pareja!
¿Qué buscamos en una chica cuando nos fijamos en ella?
El físico es importante en esta primera etapa, es indudable, pues duela a quien le duela, todo entra por los ojos.
Pero una vez que ya elegiste a esa chica de la figura alucinante y ojazos casi anime, con el pelo absolutamente negro laaaargo laaaargo, con esa sonrisa primorosa y esa forma de caminar que... bueno, ya me entienden... entra la parte verdaderamente importante: Su caracter y forma de pensar.
De nada sirve que la chica sea miss universo si su actitud es de una aristócrata engreída, o una cabeza hueca que no entiende nada así se lo repitan (con librito ilustrado y todo). Por otro lado, aunque el físico y el caracter sean excelentes, también entran en juego los intereses. Si a uno le gusta el anime y a ella le gustan películas independientes, estamos fritos.
Lo idea es que una chica sea linda (sin exagerar), con algunos intereses comunes y otros propios, porque no basta con caerse bien mutuamente, tienen que tener algo en común que puedan compartir.
Se dice que los hombres buscan en las chicas a los reflejos de sus madres, y las chicas a los reflejos de sus padres. No se hasta que punto eso pueda ser verdad o no, pero lo que si se es que yo no quiero una como mi madre. Ella es bondadosa, de caracter fuerte, activa, enérgica y emprendedora, pero por otro lado, su manía de criticar algo que haces mal como si le hubieras fallado al planeta entero y este explotaría por tu culpa es bastante frustrante, además que como si eso no fuera poco, le encanta comentarlo con cuanta persona se le cruce en frente. Así que yo quiero mucho a mi madre y madre hay una sola, gracias a Dios.
¿Qué quiero yo en una chica?
A nivel particular, de físico me doy por satisfecho con que sea delgada, blanca, pelo negro y bonita figura, pero si al final sale gordita y negrita, ni modo, eso si, siempre que tenga piés y rostro bonitos. Lo que si verdaderamente importa, es que sea de caracter amoroso, alegre, inteligente, dedicada, activa y con muuucha paciencia para aguantar mis desguizados, que le importen mis sentimientos y mis pensamientos. Y claro, si le gustan los Transformers, la secuestro en cuanto la vea.
¿Y que doy a cambio? exáctamente lo mismo, pero desde mi lado (aunque dudo que alguna me secuestre porque me gusten los Transformers, jo).
E inevitáblemente también, en el mundo de las películas o las novelas aparecen personajes que se asemejan a ese ideal que todos quisiéramos que nos toque como realidad.
¿Cuántos son los que les gustaría conocer a una chica idéntica a Padmé Naberrie (mejor conocida como la reina Amidala), La Sirenita de Disney, una flaca de impresionantes ojos verdes que no se cómo se llama (pero sale en la película de los "Mistery Men" y en la de "Meet Joe Black" ¡que mujer!) y otras más que alguna vez nos encandilaron con su presencia y feminidad? Obviamente uso de ejemplo mis gustos particulares.
Pero en la vida real también encontramos mujeres impresionantes, lamentáblemente ya emparejadas ¡quiero una como la de mi primo! ¡quiero a la hermana de mi amiga! ¡la de la otra oficina está bárbara! etc etc etc ¡y todas ya tienen pareja! (acá si inventé por siaca).
Mientras más buscas, más difícil es conseguir a una chica que se aproxime a nuestro ideal. Es mejor a veces salir, conocer gente, y encontrar por casualidad a aquella que podría ser nuestra media naranja. Y una vez encontrada... conocerla bien para asegurarnos que ELLA ES.
Mientras no perdamos la orientación de lo que verdaderamente es importante en una relación, todo puede salir bien (si nos aseguramos de compartir más que una enterna conversación), y tratar de ser, honesta y sinceramente, tal como nosotros quisimos, el motivo por el cual la chica en cuestión piense:
¡Yo quiero uno así de pareja!
El físico es importante en esta primera etapa, es indudable, pues duela a quien le duela, todo entra por los ojos.
Pero una vez que ya elegiste a esa chica de la figura alucinante y ojazos casi anime, con el pelo absolutamente negro laaaargo laaaargo, con esa sonrisa primorosa y esa forma de caminar que... bueno, ya me entienden... entra la parte verdaderamente importante: Su caracter y forma de pensar.
De nada sirve que la chica sea miss universo si su actitud es de una aristócrata engreída, o una cabeza hueca que no entiende nada así se lo repitan (con librito ilustrado y todo). Por otro lado, aunque el físico y el caracter sean excelentes, también entran en juego los intereses. Si a uno le gusta el anime y a ella le gustan películas independientes, estamos fritos.
Lo idea es que una chica sea linda (sin exagerar), con algunos intereses comunes y otros propios, porque no basta con caerse bien mutuamente, tienen que tener algo en común que puedan compartir.
Se dice que los hombres buscan en las chicas a los reflejos de sus madres, y las chicas a los reflejos de sus padres. No se hasta que punto eso pueda ser verdad o no, pero lo que si se es que yo no quiero una como mi madre. Ella es bondadosa, de caracter fuerte, activa, enérgica y emprendedora, pero por otro lado, su manía de criticar algo que haces mal como si le hubieras fallado al planeta entero y este explotaría por tu culpa es bastante frustrante, además que como si eso no fuera poco, le encanta comentarlo con cuanta persona se le cruce en frente. Así que yo quiero mucho a mi madre y madre hay una sola, gracias a Dios.
¿Qué quiero yo en una chica?
A nivel particular, de físico me doy por satisfecho con que sea delgada, blanca, pelo negro y bonita figura, pero si al final sale gordita y negrita, ni modo, eso si, siempre que tenga piés y rostro bonitos. Lo que si verdaderamente importa, es que sea de caracter amoroso, alegre, inteligente, dedicada, activa y con muuucha paciencia para aguantar mis desguizados, que le importen mis sentimientos y mis pensamientos. Y claro, si le gustan los Transformers, la secuestro en cuanto la vea.
¿Y que doy a cambio? exáctamente lo mismo, pero desde mi lado (aunque dudo que alguna me secuestre porque me gusten los Transformers, jo).
E inevitáblemente también, en el mundo de las películas o las novelas aparecen personajes que se asemejan a ese ideal que todos quisiéramos que nos toque como realidad.
¿Cuántos son los que les gustaría conocer a una chica idéntica a Padmé Naberrie (mejor conocida como la reina Amidala), La Sirenita de Disney, una flaca de impresionantes ojos verdes que no se cómo se llama (pero sale en la película de los "Mistery Men" y en la de "Meet Joe Black" ¡que mujer!) y otras más que alguna vez nos encandilaron con su presencia y feminidad? Obviamente uso de ejemplo mis gustos particulares.
Pero en la vida real también encontramos mujeres impresionantes, lamentáblemente ya emparejadas ¡quiero una como la de mi primo! ¡quiero a la hermana de mi amiga! ¡la de la otra oficina está bárbara! etc etc etc ¡y todas ya tienen pareja! (acá si inventé por siaca).
Mientras más buscas, más difícil es conseguir a una chica que se aproxime a nuestro ideal. Es mejor a veces salir, conocer gente, y encontrar por casualidad a aquella que podría ser nuestra media naranja. Y una vez encontrada... conocerla bien para asegurarnos que ELLA ES.
Mientras no perdamos la orientación de lo que verdaderamente es importante en una relación, todo puede salir bien (si nos aseguramos de compartir más que una enterna conversación), y tratar de ser, honesta y sinceramente, tal como nosotros quisimos, el motivo por el cual la chica en cuestión piense:
¡Yo quiero uno así de pareja!
En el mundo de los adultos
Yo de chiquito siempre decía "¡no me caso ni a balas!!!".
Y heme aquí, 36 años, padre soltero, y extrañando la compañía femenina.
Por otro lado, siempre quise ser aviador o astronauta, pero por ver TV tan cerca terminé miope, y encima soy pésimo en las matemáticas.
Bueno, en lugar de eso, terminé siendo diseñador gráfico y dibujante, Fan a morir de los Transformers, y al menos mi imaginación vuela a lugares que ninguna nave espacial (terrestre o extraterrestre) podría llevarme jamás.
Lo que uno imagina de pequeño nunca se realiza en la vida adulta. Los sueños y metas que uno se propone siempre se tuercen hacia caminos inesperados, y el que no logra adaptarse al cambio... queda en el camino.
Las actitudes infantiles también quedan atrás. Un abrazo amistoso en la niñez es... un abrazo amistoso. El mismo abrazo en la adultez o es interés emocional... o acoso sexual. Y ni hablemos de la manera de pensar.... atrás queda la inocencia de decir exáctamente lo que uno piensa, pues si bien el problema de la incomprensión existe en toda edad, ahora ya no hay papito o mamita que te salve si el oyente de tu opinión se siente ofendido.
Un adulto desarrolla sutileza al hablar y al actuar. Uno bueno sigue diciendo lo que piensa, pero teniendo más cuidado al elegir el tono y las palabras, según la persona a la que se dirige. Un mentiroso desarrolla la estrategia de decir lo que otros quieren escuchar, y soltar las pestes en privado (a falta de papito... y de huevos para afrontar las consecuencias de sus actos).
¿Pero que pasa cuando el niño recién entra a este mundo adulto?
El perídodo de adaptación se da normalmente en la adolescencia, pero continúa en la juventud, hasta los 21 al menos. No, no existen verdaderos límites definidos, algunos madurarán a los 15, otros morirán completamente verdes, pero es usual que al rededor de los 21 la mayoría de personas alcancen la adultez de pensamiento, gracias a las experiencias de vida que van acumulando.
Pero en esas experiencias puede pasar de todo, desde las placenteras hasta las dolorosas, desde las divertidas hasta las frustrantes, y tal como aprendamos a adaptarnos al cambio, nuestra "madurez" será juzgada según los patrones de la sociedan en la que nos desenvolvemos.
Cuando un niño entra al mundo adulto, se encuentra con actitudes que le chocan, le desconciertan, pero principalmente, entra con la idea de que tras la pubertad y el término del colegio (es decir, el inicio de las salidas con los amigos y las fiestas), ya lo saben todo sobre la vida, que los demás son los equivocados, que nadie más que ellos salvo el mejor amigo (que sólo le dice lo que él quiere escuchar), nadie sabe absolutamente nada de lo que le puede estar pasando por la cabeza.
Por un lado, es cierto, nadie sabe lo que le pasa por la cabeza al vecino, pero por otro lado, con respecto a la vida misma, andan más perdidos que langostas en cocina francesa. Cualquier aviso o intento de ayuda que choque con lo que ellos ven, es tomado como represión o sensura. Ok, también es cierto que muchos adultos, aunque bien intencionados, equivocan la manera de ayudar al intentar imponerse o castigando, pero eso no quita que al fin y al cabo, algo de razón tengan.
El nuevo adulto, todo novato, entra en un mundo en el cual cada acción tiene una reacción sin filtro, es decir, ahora las consecuencias de sus actos les afectan directamente. El tiempo de ajuste tiende a ser largo, y en el camino quedan muchas personas bien intencionadas, pero que tuvieron la mala fortuna de no saber cómo llegar su mensaje de apoyo, y quedaron como los "malos" de la película. Cuando el nuevo adulto se convierte en adulto con pleno derecho, tiene después demasiada verguenza para recuperar aquellas amistades perdidas (ahora que las comprende)... o ya es demasiado tarde para muchas de ellas, pues la vida sigue su curso, alejándolos cuando se rompen los vínculos de la amistad.
Un niño en el mundo de los adultos se siente perdido, lo cual es normal, y depende de la educación de sus padres para desarrollar un criterio de selección en las personas que se convertirán en sus amigos, y también algo de caracter para no dejarse llevar por la presión social, que le obliga a hacer cosas que en realidad no quiere.
Algunos nunca dejan de ser niños en el fondo (les llamamos ingénuos), aunque se las arreglan para sobrevivir en la realidad, otros se van al otro extremo y se convierten en explotadores de los ingénuos, justificándose con que "así es la vida" y manipulándolos para obtener lo que quieren de ellos, y luego tirarlos como un papel usado. Afortunadamente, ambos casos son extremos y no muy comunes.
Lo que si es común, es que muchos se vuelvan unos amargados ante los desengaños de la adultez. El mundo que conocían reventó como la Death Star (víctimas incluídas, inocentes y culpables), y toman una actitud menospreciativa y ligeramente intolerante hacia otros nuevos niños entrando en el mundo de los adultos, creándoles a su vez, el mismo ambiente de alegrías y desengaños que los forjaron a ellos.
¿Algún día se romperá este círculo visioso? no, porque es parte de la vida misma, y templa nuestro caracter para hacernos personas mejores. Sólo necesitamos un poco de suerte para encontrar amigos de verdad, que nos dicen lo que tienen que decir, así no nos guste, que nos ayudarán a safarnos de los falsos amigos salameros que sólo viven a nuestra costa, y poner de nuestra parte para convertirnos en adultos razonáblemente felices, y ayudar a otros niños a entrar de la mejor manera, en el mundo real.
Y heme aquí, 36 años, padre soltero, y extrañando la compañía femenina.
Por otro lado, siempre quise ser aviador o astronauta, pero por ver TV tan cerca terminé miope, y encima soy pésimo en las matemáticas.
Bueno, en lugar de eso, terminé siendo diseñador gráfico y dibujante, Fan a morir de los Transformers, y al menos mi imaginación vuela a lugares que ninguna nave espacial (terrestre o extraterrestre) podría llevarme jamás.
Lo que uno imagina de pequeño nunca se realiza en la vida adulta. Los sueños y metas que uno se propone siempre se tuercen hacia caminos inesperados, y el que no logra adaptarse al cambio... queda en el camino.
Las actitudes infantiles también quedan atrás. Un abrazo amistoso en la niñez es... un abrazo amistoso. El mismo abrazo en la adultez o es interés emocional... o acoso sexual. Y ni hablemos de la manera de pensar.... atrás queda la inocencia de decir exáctamente lo que uno piensa, pues si bien el problema de la incomprensión existe en toda edad, ahora ya no hay papito o mamita que te salve si el oyente de tu opinión se siente ofendido.
Un adulto desarrolla sutileza al hablar y al actuar. Uno bueno sigue diciendo lo que piensa, pero teniendo más cuidado al elegir el tono y las palabras, según la persona a la que se dirige. Un mentiroso desarrolla la estrategia de decir lo que otros quieren escuchar, y soltar las pestes en privado (a falta de papito... y de huevos para afrontar las consecuencias de sus actos).
¿Pero que pasa cuando el niño recién entra a este mundo adulto?
El perídodo de adaptación se da normalmente en la adolescencia, pero continúa en la juventud, hasta los 21 al menos. No, no existen verdaderos límites definidos, algunos madurarán a los 15, otros morirán completamente verdes, pero es usual que al rededor de los 21 la mayoría de personas alcancen la adultez de pensamiento, gracias a las experiencias de vida que van acumulando.
Pero en esas experiencias puede pasar de todo, desde las placenteras hasta las dolorosas, desde las divertidas hasta las frustrantes, y tal como aprendamos a adaptarnos al cambio, nuestra "madurez" será juzgada según los patrones de la sociedan en la que nos desenvolvemos.
Cuando un niño entra al mundo adulto, se encuentra con actitudes que le chocan, le desconciertan, pero principalmente, entra con la idea de que tras la pubertad y el término del colegio (es decir, el inicio de las salidas con los amigos y las fiestas), ya lo saben todo sobre la vida, que los demás son los equivocados, que nadie más que ellos salvo el mejor amigo (que sólo le dice lo que él quiere escuchar), nadie sabe absolutamente nada de lo que le puede estar pasando por la cabeza.
Por un lado, es cierto, nadie sabe lo que le pasa por la cabeza al vecino, pero por otro lado, con respecto a la vida misma, andan más perdidos que langostas en cocina francesa. Cualquier aviso o intento de ayuda que choque con lo que ellos ven, es tomado como represión o sensura. Ok, también es cierto que muchos adultos, aunque bien intencionados, equivocan la manera de ayudar al intentar imponerse o castigando, pero eso no quita que al fin y al cabo, algo de razón tengan.
El nuevo adulto, todo novato, entra en un mundo en el cual cada acción tiene una reacción sin filtro, es decir, ahora las consecuencias de sus actos les afectan directamente. El tiempo de ajuste tiende a ser largo, y en el camino quedan muchas personas bien intencionadas, pero que tuvieron la mala fortuna de no saber cómo llegar su mensaje de apoyo, y quedaron como los "malos" de la película. Cuando el nuevo adulto se convierte en adulto con pleno derecho, tiene después demasiada verguenza para recuperar aquellas amistades perdidas (ahora que las comprende)... o ya es demasiado tarde para muchas de ellas, pues la vida sigue su curso, alejándolos cuando se rompen los vínculos de la amistad.
Un niño en el mundo de los adultos se siente perdido, lo cual es normal, y depende de la educación de sus padres para desarrollar un criterio de selección en las personas que se convertirán en sus amigos, y también algo de caracter para no dejarse llevar por la presión social, que le obliga a hacer cosas que en realidad no quiere.
Algunos nunca dejan de ser niños en el fondo (les llamamos ingénuos), aunque se las arreglan para sobrevivir en la realidad, otros se van al otro extremo y se convierten en explotadores de los ingénuos, justificándose con que "así es la vida" y manipulándolos para obtener lo que quieren de ellos, y luego tirarlos como un papel usado. Afortunadamente, ambos casos son extremos y no muy comunes.
Lo que si es común, es que muchos se vuelvan unos amargados ante los desengaños de la adultez. El mundo que conocían reventó como la Death Star (víctimas incluídas, inocentes y culpables), y toman una actitud menospreciativa y ligeramente intolerante hacia otros nuevos niños entrando en el mundo de los adultos, creándoles a su vez, el mismo ambiente de alegrías y desengaños que los forjaron a ellos.
¿Algún día se romperá este círculo visioso? no, porque es parte de la vida misma, y templa nuestro caracter para hacernos personas mejores. Sólo necesitamos un poco de suerte para encontrar amigos de verdad, que nos dicen lo que tienen que decir, así no nos guste, que nos ayudarán a safarnos de los falsos amigos salameros que sólo viven a nuestra costa, y poner de nuestra parte para convertirnos en adultos razonáblemente felices, y ayudar a otros niños a entrar de la mejor manera, en el mundo real.
viernes, 21 de noviembre de 2008
No me gustan las negras
En cierta reunión, estábamos un grupo de amigos hablando de x temas, cuando pasa una negrita de buen cuerpo, y como cualquier hombre normal, mis amigos no pudieron evitar el admirar el cuerpo de la chica. Cuando voltearon a pedirme mi opinión, yo simplemente dije:
- "No me gustan las negras"
Ahora, no ha sido la primera vez que lo he dicho ni será la última, pero las reacciones que suscita la respuesta son de lo más interesantes... y decepcionantes.
La mayoría te mira de arriba a abajo con cara de "¿este será racista? y no pueden entender el porqué yo, conociéndome como me conocen, de una respuesta como aquella.
¿Pero cuál es el problema?
Lamentáblemente, el racismo es un fantasma demasiado presente aún en nuestras sociedades, y los prejuicios inconcientes están a la orden del día. No es nada extraño escuchar a un cholo gritarle a otro cholo "¡cholo de mierda!" o a otro decirle a un negro "¡negro de mierda!". Algunos llegan al cinismo de explicarse aduciendo que es cosa de costumbre, pero quer no lo hacen con sentimiento personal.
Si de verdad no les gustara eso, ni siquiera deberían adoptar semejantes frases como costumbre. Pero es más fácil dejarse contagiar por un prejuicio que librarse de uno.
En mi caso, yo puedo decir tranquilamente no me gustan las negras, y entender que no hay ninguna connotación racista implicada en semejante afirmación (todo con contexto por favor, no olviden en que situación fué dicha esa frase).
No me gustan las negras, porque yo, como buen fetichista, me gustan mucho los piés bonitos, y las negras, a mi gusto, suelen tener piés feos. Por otro lado, suelen tener traseros demasiado grandes (y después de los piés, como buen peruano, me encantan los bonitos traseros femeninos, pero prefiero los bien formados que a los demasiado dotados) y finalmente, suelten tener pelo rizado, y a mi me gusta el pelo lacio. De broche de oro, siento un gusto muy especial por la piel pálida, no me gustan ni los bronceados, me parecen desagradables.
¿Y eso hace que piense acaso que las negras son menos, malvadas, ignorantes por definición, subnormales, sub-humanas o Dios sabe que otra estupidez racista? No confundan gustos con pensamiento. Una cosa es preferir ciertas características físicas que pensar estupidez y media.
Así como hay gente que prefiere a las rubias, otras a las morenas, otros a las negras y así sucesivamente, pues da la casualidad que a mi no me gustan FÍSICAMENTE las negras (no olviden nuevamente, el contexto en el que se dijo la dichosa frase). No tiene absolutamente nada que ver con la persona como... persona, ni choca con sus creencias o preferencias.
De hecho, mi primera enamorada era negrita. Ok, no me gustaban las negritas, pero su alegría, inteligencia y amor opacaban tranquilamente cualquier gusto particular físico. Su persona superó ampliamente cualquier otra cosa sin importancia para una relación sincera entre dos seres inteligentes y sensibles. Si la dejé, fué por miedo. Ella era menor de edad y la tentación hormonal normal era demasiado fuerte. La dejé por miedo a hacerle algo que aún no era correcto, pero no había dejado de quererla. De haber sabido lo que pasaría luego en mi vida, quizá nunca la hubiera dejado, pero si las personas fuéramos clarividentes, no haríamos tantas estupideces... y tampoco seríamos humanos.
Nunca supe si ella descubrió el verdadero motivo de mi alejamiento, le dije que lo que sentía por ella se había convertido en un amor de amigo. La verdad es que intenté apartarme de ella por miedo a hacerle daño, porque yo mismo aún estaba aprendiendo de la vida, y no sabía cómo lidiar con una relación que alcanzaba un nivel sexual. Si, además era menor de edad (tenía 15, ya casi para los 16).
Un año después conocí a la que sería la madre de mi hijo: blanca, peliroja, mucho más cercana a mi ideal físico, incluso como persona (o no me habría fijado en ella), pero nunca sentí en ella, ahora lo veo, un amor y dedicación como el que aquella otra chica me dió. Un amor y dedicación que luego encontré en otra chica que conocí dos años después de haberme separado de la madre de mi hijo, y que aunque era blanquita, tampoco se ajustaba presisamente a mis parámetros de gustos físicos, pero eso no impedía que la viera bella.
Así pues, el hecho de que no me gusten las negras no es en si ninguna afirmación rasista. Antes de pensar en idiotez y media, fíjense en qué contexto se ha dicho, no dejen que sus prejuicios les ganen, y fíjense en lo que ustedes mismos dicen al hablar, porque al final, los que suenan más racistas que yo (que no significa que lo sean), son ustedes.
- "No me gustan las negras"
Ahora, no ha sido la primera vez que lo he dicho ni será la última, pero las reacciones que suscita la respuesta son de lo más interesantes... y decepcionantes.
La mayoría te mira de arriba a abajo con cara de "¿este será racista? y no pueden entender el porqué yo, conociéndome como me conocen, de una respuesta como aquella.
¿Pero cuál es el problema?
Lamentáblemente, el racismo es un fantasma demasiado presente aún en nuestras sociedades, y los prejuicios inconcientes están a la orden del día. No es nada extraño escuchar a un cholo gritarle a otro cholo "¡cholo de mierda!" o a otro decirle a un negro "¡negro de mierda!". Algunos llegan al cinismo de explicarse aduciendo que es cosa de costumbre, pero quer no lo hacen con sentimiento personal.
Si de verdad no les gustara eso, ni siquiera deberían adoptar semejantes frases como costumbre. Pero es más fácil dejarse contagiar por un prejuicio que librarse de uno.
En mi caso, yo puedo decir tranquilamente no me gustan las negras, y entender que no hay ninguna connotación racista implicada en semejante afirmación (todo con contexto por favor, no olviden en que situación fué dicha esa frase).
No me gustan las negras, porque yo, como buen fetichista, me gustan mucho los piés bonitos, y las negras, a mi gusto, suelen tener piés feos. Por otro lado, suelen tener traseros demasiado grandes (y después de los piés, como buen peruano, me encantan los bonitos traseros femeninos, pero prefiero los bien formados que a los demasiado dotados) y finalmente, suelten tener pelo rizado, y a mi me gusta el pelo lacio. De broche de oro, siento un gusto muy especial por la piel pálida, no me gustan ni los bronceados, me parecen desagradables.
¿Y eso hace que piense acaso que las negras son menos, malvadas, ignorantes por definición, subnormales, sub-humanas o Dios sabe que otra estupidez racista? No confundan gustos con pensamiento. Una cosa es preferir ciertas características físicas que pensar estupidez y media.
Así como hay gente que prefiere a las rubias, otras a las morenas, otros a las negras y así sucesivamente, pues da la casualidad que a mi no me gustan FÍSICAMENTE las negras (no olviden nuevamente, el contexto en el que se dijo la dichosa frase). No tiene absolutamente nada que ver con la persona como... persona, ni choca con sus creencias o preferencias.
De hecho, mi primera enamorada era negrita. Ok, no me gustaban las negritas, pero su alegría, inteligencia y amor opacaban tranquilamente cualquier gusto particular físico. Su persona superó ampliamente cualquier otra cosa sin importancia para una relación sincera entre dos seres inteligentes y sensibles. Si la dejé, fué por miedo. Ella era menor de edad y la tentación hormonal normal era demasiado fuerte. La dejé por miedo a hacerle algo que aún no era correcto, pero no había dejado de quererla. De haber sabido lo que pasaría luego en mi vida, quizá nunca la hubiera dejado, pero si las personas fuéramos clarividentes, no haríamos tantas estupideces... y tampoco seríamos humanos.
Nunca supe si ella descubrió el verdadero motivo de mi alejamiento, le dije que lo que sentía por ella se había convertido en un amor de amigo. La verdad es que intenté apartarme de ella por miedo a hacerle daño, porque yo mismo aún estaba aprendiendo de la vida, y no sabía cómo lidiar con una relación que alcanzaba un nivel sexual. Si, además era menor de edad (tenía 15, ya casi para los 16).
Un año después conocí a la que sería la madre de mi hijo: blanca, peliroja, mucho más cercana a mi ideal físico, incluso como persona (o no me habría fijado en ella), pero nunca sentí en ella, ahora lo veo, un amor y dedicación como el que aquella otra chica me dió. Un amor y dedicación que luego encontré en otra chica que conocí dos años después de haberme separado de la madre de mi hijo, y que aunque era blanquita, tampoco se ajustaba presisamente a mis parámetros de gustos físicos, pero eso no impedía que la viera bella.
Así pues, el hecho de que no me gusten las negras no es en si ninguna afirmación rasista. Antes de pensar en idiotez y media, fíjense en qué contexto se ha dicho, no dejen que sus prejuicios les ganen, y fíjense en lo que ustedes mismos dicen al hablar, porque al final, los que suenan más racistas que yo (que no significa que lo sean), son ustedes.
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jueves, 20 de noviembre de 2008
Transformers... ¿porqué?

Imaginen una reunión de oficina, todo el mundo comentando sobre fulanito, menganito, que el concierto tal, que el partido cual, etc.
De pronto, alguien hace un comentario como:
- "Diego ¿ese muñeco que tienes en tu oficina no es un... ¿cómo se llamaban... Autorobot o algo así?"
Y empieza una preve descripción acerca de los Transformers y el porqué tengo al "muñeco" en mi oficina. Lo usual es ver algunas caras perdidas en el tema, aunque no falta alguien que de verdad los conoce y aporte algo de sus recuerdos fragmentarios. Pero una vez superado el desconcierto, algunas caras muestras desinterés, otros verdadera curiosidad, y algunas (muy pocas), una fria burla.
La película del 2007 cambió todo eso. Los Transformers superaron la TV en horario infantil (tiempo que los "adultos" esquivan peor que los comerciales) y llevó al colectivo en común a saber más de lo que sabían (o hubieran deseado saber) sobre esos "robots que se Transforman".
¿Porqué me gustan los Transformers?
¿Porqué no me gusta el futbol, ir a discotecas, ir a conciertos, ir a pubs, jugar pichanga, conseguirme una enamorada pra ir a dar vueltas por ahí o Dios sabe que otra cosa "normal"?
Pues en primer lugar, no es que no me guste hacer todo lo anterior (salvo el Futbol, al cual si odio genuinamente, pero es tema para otra publicación), es que mucha gente tiene prejuicios, y ni bien oyen de que me gustan los "muñequitos" o los "dibujitos animados", automáticamente pienzan en niñéz, en algo infantil, y por lo tanto, en alguien medio antisocial, alguien introvertido y definitivamente falto de interés.
Así son los "adultos" de nuestra sociedad. Son incapaces de ver más allá de sus prejuicios, de creer que las cosas no siempre siguen los moldes y reglas que inconcientemente creen son fijas. Y si algo desafía a lo que creen comprender, lo catalogan como "malo". Y muy pocos se dan la oportunidad de abrir los ojos a las "novedades" de la vida.
Pero fuera de la reacción que puedan tener las personas ante mi afición... ¿Porqué me gustan los Transformers?
¿Porqué le gusta a la gente el futbol? ¿porqué le gusta a mi amigo Augusto la cerveza Cristal y no la Pilsen? ¿Porqué le gusta a mi amiga Lim el reaggetón? ¿porqué le gustan a una chica que conozco los imbéciles como parejas? ¿porqué algunos prefieren Hiundai en vez de Toyota? ¿porqué no queso pero si pizza? ¿porqué azul y no rojo?
Por la sencilla razón de que nuestros gustos, y particularmente el mío sobre Transformers, llena una necesidad.
Al que le gusta el futbol le gustarán los deportes, el griterío, el ver ganar a su equipo, el grupo (cerveza incluida), el tormento, los polos, las gorras, el entusiasmo, yo que se.
¿Y tan diferente es otra afición? A mi de los Transformers me gusta su historia, sus personajes, pero además, las series, el ver ganar a los buenos, el grupo, el tormento, los polos, las gorras, los juguetes mismos, el entusiasmo, y yo que se.
¿Algún paralelismo por ahí?
Y es que una afición llena los mismos instintos básicos que todo ser humano tiene. El tema puede ser de lo más variado, amplio y exótico, pero al final, llenan la misma necesidad que todos tenemos. La necesidad de preocuparnos por algo, de entregarnos a aalgo, de hacerlo parte de nuestra vida y convertirlo en parte de nuestra característica personal.
¿Entonces es más "normal" que a uno le guste el futbol, mientras que es un "tipo raro" alguien a quien le gustan los Transformers?
La sociedad tiene gustos más comunes (por eso existe la sociedad), cierta dirección que todos siguen debido a esa presión, una alección que viene desde pequeños, cuando su padre sumerge a su hijo en su mundo de gustos personales, y lo convierte en otro fan más de el equipo de marras, cuando la madre sumerge a su hija en el mundo de las Barbies y en las lecciones con mensaje subliminal de formación de futuras amas de casa. La diferencia es que la presión del padre es evidente, mientras que para las chicas es sutil, y no tan fuerte en la actualidad.
Pero así como las mujeres, al llegar a determinada edad, encuentras un mundo más lleno de posibilidades que la manutención del hogar gracias a la modernidad, otros encuentran que el mundo tiene algo más que ofrecer que futbol.
Mi padre quizo hacerme hincha de su equipo, pero para su desgracia, yo salí artista, de personalidad sensible, y definitivamente la rudeza, las cóleras y los arrebatos innerentes al futbol más me desanimaron que otra cosa.
En cambio, encontré en Transformers la historia de un grupo noble (los Autobots) que se revela contra los malvados y opresivos "Decepticons", y les devuelven la lucha a su manera, pero a la vez, con un intento desesperado de no perder su naturaleza y volverse tan violentos como sus enemigos.
¿Algún paralelismo evidente con la vida real?
Y es que todo al final, tiene una base con la vida real. Así como las "natachas" se identifican con María la del Barrio y siguen el culebrón de principio a fin (comerciales incluídos), el niño retraído se identifica con Naruto porque es un "rechazado" que logra ser aceptado finalmente gracias a sus actos heróicos, porque tal señor adora seguir los partidos de su equipo, y vuelca en el goleador del momento lo que él hubiera gustado hacer de haber tenido mejores aptitudes para el futbol.
Al final, los gustos llenan la necesidad e inclinaciones de cada persona. Es obvio que la mayoría en la sociedad tengan gustos comunes. Algunos por presión social (y de ahí puede derivarse un genuino interés personal), otros con gustos más particulares, pero no por ello menos meritorios.
Entonces, a pesar de los prejuicios de la sociedad, yo seguiré con mis gustos particulares y "extraños", porque hace tiempo que superé la presión social, porque me siento cómodo y feliz con lo que me gusta, porque llenan mis necesidades como ninguna otra cosa lo puede hacer, porque mis gustos no son menos que otros. Diferentes en su forma, pero no en su contenido.
Lamentáblemente, en el mundo de los prejuicios, la forma prefiere hacerle caso a la forma, y de ahí que juzguen a alguien son conocerlo de verdad. Yo aprovecho esto como ventaja, pues me permite filtrar a los que valen la pena ser conocidos hasta cierto punto, y a otros que es mejor obviarlos y apartarlos del camino. No puedes ser amigo de todos, hazte amigo de los que merecen serlo.
Y yo seguiré pues con mi gusto. Incluso si Hasbro y Takara-Tomy deciden ponerle fin a todo, yo seguiré ampliando en mi mente este maravilloso mundo de seres mecánicos, heróicos Autobots contra Malvados Decepticons, en el cual, hace mucho tiempo atrás, las cosas dejaron de ser blancas y negras, rompieron el mundo infantil para entrar casi al nivel del mundo real, lleno de sus paradojas, inclemencias, conflictos propios, justamente lo que lo hace tan atractivo a mis ojos.
¿Y el mundo real? Pues yo no he renegado de él, aunque no lo crean, me gusta salir de paseo, al cine, a alguna discoteca, a tomar con mis amigos, etc. Algun día encontraré a una chica que, en lo posible, comparta mis gustos y me aguante a mi. Y es porque aunque me guste un universo de fantasía, yo vivo en el mismo mundo que todos los demás. Mis gustos no me hacen diferente a nadie, sólo un poco... particular.
De pronto, alguien hace un comentario como:
- "Diego ¿ese muñeco que tienes en tu oficina no es un... ¿cómo se llamaban... Autorobot o algo así?"
Y empieza una preve descripción acerca de los Transformers y el porqué tengo al "muñeco" en mi oficina. Lo usual es ver algunas caras perdidas en el tema, aunque no falta alguien que de verdad los conoce y aporte algo de sus recuerdos fragmentarios. Pero una vez superado el desconcierto, algunas caras muestras desinterés, otros verdadera curiosidad, y algunas (muy pocas), una fria burla.
La película del 2007 cambió todo eso. Los Transformers superaron la TV en horario infantil (tiempo que los "adultos" esquivan peor que los comerciales) y llevó al colectivo en común a saber más de lo que sabían (o hubieran deseado saber) sobre esos "robots que se Transforman".
¿Porqué me gustan los Transformers?
¿Porqué no me gusta el futbol, ir a discotecas, ir a conciertos, ir a pubs, jugar pichanga, conseguirme una enamorada pra ir a dar vueltas por ahí o Dios sabe que otra cosa "normal"?
Pues en primer lugar, no es que no me guste hacer todo lo anterior (salvo el Futbol, al cual si odio genuinamente, pero es tema para otra publicación), es que mucha gente tiene prejuicios, y ni bien oyen de que me gustan los "muñequitos" o los "dibujitos animados", automáticamente pienzan en niñéz, en algo infantil, y por lo tanto, en alguien medio antisocial, alguien introvertido y definitivamente falto de interés.
Así son los "adultos" de nuestra sociedad. Son incapaces de ver más allá de sus prejuicios, de creer que las cosas no siempre siguen los moldes y reglas que inconcientemente creen son fijas. Y si algo desafía a lo que creen comprender, lo catalogan como "malo". Y muy pocos se dan la oportunidad de abrir los ojos a las "novedades" de la vida.
Pero fuera de la reacción que puedan tener las personas ante mi afición... ¿Porqué me gustan los Transformers?
¿Porqué le gusta a la gente el futbol? ¿porqué le gusta a mi amigo Augusto la cerveza Cristal y no la Pilsen? ¿Porqué le gusta a mi amiga Lim el reaggetón? ¿porqué le gustan a una chica que conozco los imbéciles como parejas? ¿porqué algunos prefieren Hiundai en vez de Toyota? ¿porqué no queso pero si pizza? ¿porqué azul y no rojo?
Por la sencilla razón de que nuestros gustos, y particularmente el mío sobre Transformers, llena una necesidad.
Al que le gusta el futbol le gustarán los deportes, el griterío, el ver ganar a su equipo, el grupo (cerveza incluida), el tormento, los polos, las gorras, el entusiasmo, yo que se.
¿Y tan diferente es otra afición? A mi de los Transformers me gusta su historia, sus personajes, pero además, las series, el ver ganar a los buenos, el grupo, el tormento, los polos, las gorras, los juguetes mismos, el entusiasmo, y yo que se.
¿Algún paralelismo por ahí?
Y es que una afición llena los mismos instintos básicos que todo ser humano tiene. El tema puede ser de lo más variado, amplio y exótico, pero al final, llenan la misma necesidad que todos tenemos. La necesidad de preocuparnos por algo, de entregarnos a aalgo, de hacerlo parte de nuestra vida y convertirlo en parte de nuestra característica personal.
¿Entonces es más "normal" que a uno le guste el futbol, mientras que es un "tipo raro" alguien a quien le gustan los Transformers?
La sociedad tiene gustos más comunes (por eso existe la sociedad), cierta dirección que todos siguen debido a esa presión, una alección que viene desde pequeños, cuando su padre sumerge a su hijo en su mundo de gustos personales, y lo convierte en otro fan más de el equipo de marras, cuando la madre sumerge a su hija en el mundo de las Barbies y en las lecciones con mensaje subliminal de formación de futuras amas de casa. La diferencia es que la presión del padre es evidente, mientras que para las chicas es sutil, y no tan fuerte en la actualidad.
Pero así como las mujeres, al llegar a determinada edad, encuentras un mundo más lleno de posibilidades que la manutención del hogar gracias a la modernidad, otros encuentran que el mundo tiene algo más que ofrecer que futbol.
Mi padre quizo hacerme hincha de su equipo, pero para su desgracia, yo salí artista, de personalidad sensible, y definitivamente la rudeza, las cóleras y los arrebatos innerentes al futbol más me desanimaron que otra cosa.
En cambio, encontré en Transformers la historia de un grupo noble (los Autobots) que se revela contra los malvados y opresivos "Decepticons", y les devuelven la lucha a su manera, pero a la vez, con un intento desesperado de no perder su naturaleza y volverse tan violentos como sus enemigos.
¿Algún paralelismo evidente con la vida real?
Y es que todo al final, tiene una base con la vida real. Así como las "natachas" se identifican con María la del Barrio y siguen el culebrón de principio a fin (comerciales incluídos), el niño retraído se identifica con Naruto porque es un "rechazado" que logra ser aceptado finalmente gracias a sus actos heróicos, porque tal señor adora seguir los partidos de su equipo, y vuelca en el goleador del momento lo que él hubiera gustado hacer de haber tenido mejores aptitudes para el futbol.
Al final, los gustos llenan la necesidad e inclinaciones de cada persona. Es obvio que la mayoría en la sociedad tengan gustos comunes. Algunos por presión social (y de ahí puede derivarse un genuino interés personal), otros con gustos más particulares, pero no por ello menos meritorios.
Entonces, a pesar de los prejuicios de la sociedad, yo seguiré con mis gustos particulares y "extraños", porque hace tiempo que superé la presión social, porque me siento cómodo y feliz con lo que me gusta, porque llenan mis necesidades como ninguna otra cosa lo puede hacer, porque mis gustos no son menos que otros. Diferentes en su forma, pero no en su contenido.
Lamentáblemente, en el mundo de los prejuicios, la forma prefiere hacerle caso a la forma, y de ahí que juzguen a alguien son conocerlo de verdad. Yo aprovecho esto como ventaja, pues me permite filtrar a los que valen la pena ser conocidos hasta cierto punto, y a otros que es mejor obviarlos y apartarlos del camino. No puedes ser amigo de todos, hazte amigo de los que merecen serlo.
Y yo seguiré pues con mi gusto. Incluso si Hasbro y Takara-Tomy deciden ponerle fin a todo, yo seguiré ampliando en mi mente este maravilloso mundo de seres mecánicos, heróicos Autobots contra Malvados Decepticons, en el cual, hace mucho tiempo atrás, las cosas dejaron de ser blancas y negras, rompieron el mundo infantil para entrar casi al nivel del mundo real, lleno de sus paradojas, inclemencias, conflictos propios, justamente lo que lo hace tan atractivo a mis ojos.
¿Y el mundo real? Pues yo no he renegado de él, aunque no lo crean, me gusta salir de paseo, al cine, a alguna discoteca, a tomar con mis amigos, etc. Algun día encontraré a una chica que, en lo posible, comparta mis gustos y me aguante a mi. Y es porque aunque me guste un universo de fantasía, yo vivo en el mismo mundo que todos los demás. Mis gustos no me hacen diferente a nadie, sólo un poco... particular.
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