viernes, 6 de marzo de 2009

¿Te gustan las películas de guerra?

"Ay no, no me gusta ver películas de guerra... que feo, esos muertos y explosiones... ¡ay no! ¡fuchi!"

Mucha gente, especialmente chicas (como la que me hizo ese comentario) opinan que ver pelis de guerra es sadismo, que no tiene sentido ni gracia, que es perverso y no le encuentran el sentido a ese tipo de producciones.

¿Qué de bonito tiene ver a los pobres soldaditos volar en pedacitos, mientras las orugas de un tanque los hacen pulpa, un lanzallamas los hace carbón o una ametralladora los deja como quezo suizo?

Nada, absolutamente nada.

Y mentiría si el que va a verla no lo hace esperando ver eso como mínimo, es parde del sadismo natural humano, el mismo que a otros le hace ver cine gore, o una telenovela mexicana. La naturaleza del daño puede ser diferente, pero el sufrimiento es el mismo, y a la gente le encanta ver sufrir a su vecino.

A mi me gustan las películas de guerra pero no las telenovelas mexicanas, y rara vez soporto el gore. Me gustan los efectos especiales, no ver a los pobres soldaditos morir (pero algunos efectos se gastan para eso justamente). Me gusta ver cómo las máquinas (aviones, barcos o tanques) son destrozados por las explosiones, pero rara vez se aprecia el drama de sus tripulantes cuando enfrentan a su destino final. Y son conmovedores.

Ok, buenos efectos especiales pero igual, se ve gente sufriendo, muriendo espantosamente, sus sueños truncarse cruelmente por un destino que jamás desearon ni buscaron, aunque estaban concientes de que se los podrían encontrar al asistir a cumplir por su patria. ¿y dónde está lo bonito en eso?

En ningún lado.

¿Entonces porqué a uno le gusta ir a ver sufrir a esa gente de tan salvaje manera?

No es que nos guste, a mi no me gusta, incluso hay escenas que me arrancan lágrimas, viendo morir a determinados personajes, hayan sido reales o no. ¿Entonces porqué los veo?

Porque no quiero que pasen en la realidad ni en la actualidad.

Es fácil huir de producciones sádicas, e hipócritamente ver sufrir a otros en situaciones más "normales" (como si la tortura lenta fuera mejor que una muerte dolorosa pero extremadamente rápida en comparación...), pero la diferencia más radical no está en eso.

La verdadera diferencia, el verdadero motivo de el porqué quiero ver esas pelis, es porque nos recuerdan lo horrible que es la guerra, que vale la pena luchar por evitar conflictos similares, que esos soldados (de ser hechos históricos) no murieron en vano, pues su sacrificio sirve de recordatorio que hay que ser idiota para desear una guerra e ir a matar hermanos.

Y eso no lo encontrarás en una novela o en el cine gore, o en cualquier otra producción (acción, aventura, drama, lo que sea) en la cual no se toque esta realidad particular de la vida.

Porque incluso ahora, hay gente muriendo en conflictos sin sentido, sufriendo y dejando solos a hermanos, hermanas, huérfanos y viudas.

Veo esas películas para recordarme constántemente lo frágil que son nuestros sueños, lo delicada que es la vida, lo estúpido que es ir a buscar pelea (en el caso de los verdaderos responsables de la guerra) y cómo esta puede cambiar a personas honradas en monstruos... seres sin alma si no se dejan conmover por ella y caen en la autonegación.

Veo esas pelis porque deseo de todo corazón que las históricas se queden en el pasado y la ficción jamás se haga realidad. Prefiero eso mil veces a tener que leer muertes en Gaza, en Israel, en el Congo, en Pakistán o en Indonesia.

Uno puede morir por causas naturales, por catástrofes, por accidente... ¿pero por culpa de idiotas ambiciosos a quienes no les importa la gente que mandan a morir en invisibles campos de batalla?

Veo esas pelis para recordarme que soy humano, que siempre debo gozar la vida tanto como puedo, que la alegría es un don precioso que muchos no tienen, o muchos se quedaron sin ella para siempre.

Es el legado de tantos hombres y mujeres que murieron en guerras, su verdadero sacrificio, recordarnos que la vida vale y no debe ser desperdiciada.

En nombre de todos ellos, su sacrificio no es en vano, si hay gente que aprende. Sentimos dolor por sus vidas truncadas, y lo menos que podemos hacer es ser lo mejor que podamos, porque murieron por tener un mundo mejor, si no para ellos, para sus familias, amigos y el resto de la humanidad.

Cuando el sargento moría en aquel puente, sujetó al soldado Ryan y con su último aliento le dijo "merécete esto", pero en realidad se lo dijo a todos los espectadores, a la humanidad entera. Los veteranos de guerra no necesitan ver películas para tener un constante recordatorio del valor de la vida y el precio del sacrificio. Yo jamás he estado en una guerra y por eso veo estas películas, para recordarme constántemente lo importante que es ser humano, y que la vida no debe ser desperdiciada, y eso no me lo enseñará jamás una novela mexicana o cualquier otro tipo de película, se los aseguro.